Artículo: Marcel Aliaga.
Hace algún tiempo y charlando con
los amigos, expresé mi desaliento y mi inquietud por la falta de nuevas
propuestas artísticas en Bolivia, que llevaran la esencia de lo novedoso e
interesante en su trabajo. Que propongan canciones propias, con solvencia,
madurez y solidez en su interpretación y ejecución.
Chola Chalá, el grupo pionero en
la fusión del folklore paceño y el flamenco, sorprendió al público que llenó
las instalaciones del Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, en su debut el
pasado martes 31 de julio. Un público curioso y a la vez con ansias de escuchar
propuestas novedosas, disfrutó, apoyó incondicionalmente, cantó y tarareó
canciones nuevas, para luego continuar tarareando en la salida del teatro.
Un aire a frescura, a nuevas formas
de hacer fiesta, se respiró la pasada noche.
Chola Chalá no sólo pensó en
presentar música nueva al siempre exigente público paceño, sino también cautivarlo
a partir de la danza bien fusionada entre lo paceño y lo flamenco. Una
pantalla gigante nos adentró en el sentido homenaje a Jaime Sáenz y las sombras
con telas resaltaron el carácter de lo melancólico de algunas canciones.
Una vestimenta chola y gitana
con aires coloniales fueron la propuesta
visual que envolvió a la gente en un espacio que se hizo grande. y a la vez en un tiempo que
se hizo corto.
Canciones como Yatiri (primer
corte), Pepino, Si te acuerdas de mí y A luz encendida, fueron algunas de las
canciones más aplaudidas y ovacionadas en el espectáculo. Nuevas formas de
hacer Rumba, Saya y Bulería al mejor estilo de jóvenes artistas empecinados en romper esquemas y buscar nuevas
propuestas.
Dos cuecas flamencas y dos
huayños flamencos proyectaron el carácter de una verdadera fusión, dejando el
concepto claro de lo que es la fusión de fondo a diferencia de lo que es la
fusión sólo de forma.
Cholitas gitanas muy sensuales
cautivaron con una fuerte presencia en las tablas, dándole mucho movimiento al
espectáculo.
Uno de los comentarios que escuché,
que corrieron por hall y los pasillos del teatro es que Chola Chalá presentó
una sociología artística muy bien elaborada y sustentada, presentada con música,
danza, audiovisual y teatro. Algunos otros pensaron que a Chola Chalá le falta
un tornillo por el despliegué en escena realizado en el escenario por sus dos líderes:
Mauricios Montero y Machicao.
Melodías, armonías y letras
propias. Una fuerte esencia y descripción “paceña” en las historias. Una
primera presentación que sin duda deja un precedente positivo en la incesante búsqueda
del paceño y del boliviano por encontrar nuevos valores, pero a la ver por
reencontrarse con él mismo a través del arte.
Chola Chalá, una agrupación de
jóvenes, que despidió con mucha altura, las fiestas julianas, organizando una
verdadera fiesta, nada más y nada menos que en el principal escenario de los
paceños, con un lleno completo y una puesta en escena contundente.
La invitación está hecha. Sugiero,
a todos los que fueron y también a los que no fueron, escuchar más de lo que
Chola Chalá propone. A partir de agosto volví a creer una vez más en los nuevos
artistas bolivianos.
Amigos de Chola Chalá, estar en su concierto fue una experiencia muy reconfortante. Les agradezco la confianza de invitarme a
escribir en su blog.
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